viernes, 26 de agosto de 2011

La Princesa está Triste...





La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?...
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.


Rubén Darío.

¿Volverá a encontrar la princesa el amor
por el que dejo su vida presa
en la jaula cerrada por el dolor?







“Birds have wings; they’re free; they can fly where they want when they want. They have the kind of mobility many people envy.”
— Roger Tory Peterson

No hay comentarios:

Publicar un comentario