Querida Muerte, te escribo porque presiento que el destino nos unirá pronto, mis fuerzas se aminoran cada vez más y mi corazón va consumiéndose en la melancolía propia del momento que todo el mundo espera con pánico.
Por mi parte...creo que me encuentro bien, la vida ha sido generosa conmigo, la gente que me ha rodeado siempre ha estado ahí, o casi siempre, pero el Mundo nunca resulta ser como esperamos. Me gustaría huir de ti Muerte, pero tú siempre alcanzas tu objetivo.
Todos te culpan de el hecho de que la vida se esfume, pero la vida no se esfuma...¿Verdad? Tú lo sabes bien, la vida se vive con felicidad y dolor, ellos van de la mano siempre. Nunca he escrito a la vida ¿por qué a ti si?, parece una tontería pero me siento viva cuando te escribo, me río, ni siquiera se cómo eres en realidad, un ser noble, siempre trabajando sin descanso bajo el látigo de aquel que da la vida...Tú solo guardas nuestra esencia con cariño...ese cariño que nunca has recibido, me gustaría conocerte mejor.
Vaya, parece que el tiempo se me agota, debo irme a descansar, están siendo días difíciles...Pero ahí voy de nuevo...
La gente lleva cruces muy pesadas, ¿sabes?, merecen el descanso que tú les regalas.
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