Al oír tus desesperadas súplicas, unos ojos centelleantes se abrirán paso en la oscuridad más lúgubre e infinita...allí donde los corazones dejan de sentir, llenándose de un vacío incontenible, ahogando hasta el más nítido deseo...Allí donde de tu mente son absorbidos esos preciados recuerdos que con recelo se guardan. Allí, y solo allí se podrá ver una amplia sonrisa dibujada en el abismo, tu cuerpo se crispará, se encogerá de dolor al sentir cómo tu ser se deshace en un polvo cenizo... Solo sonará una suave melodía de piano...notas encadenadas a un compás que, lentamente penetrará por tus oídos. Sin que te percates si quiera, la silueta de esos ojos crueles y fríos como la escarcha se acercará a ti, aún con esa burlona y amplia sonrisa.
Sentirás dolor...mucho dolor...y él disfrutará de ese momento como si de una tragedia de teatro se tratase. Se alimentará de tus agudos alaridos y aplaudirá con elegancia.
Una tupida cortina aterciopelada se cernirá sobre ti, una lluvia de pétalos de rosa azul te cubrirá...En ese momento, cerrarás los ojos...sentirás cómo la lluvia suave acaricia tu piel, sentirás cómo el dolor se apacigua.
Pero siempre existirá el dolor.
Caminarás por la nada, dando pasos de ciego torpes y dubitativos...Y volverás a encontrarte con la misma mirada, volverá a consumirte con más lentitud que antes.
Caerás sobre un lecho de plumas negras, rodeado de pájaros oscuros que graznan tan escandalosamente que incluso hiere. Una mano enguantada se te ofrecerá, pero no has de aceptarla...Oirás una risa queda y la mano se retirará. Pero si la aceptas, tu destino se verá envuelto en las Tinieblas de un mundo entre la Tierra y el Infierno, donde la alegría es el afán del dolor, donde las sonrisas son falsas y macabras, donde te convertirás en un niño con ojos crueles, que camina de la mano con el Diablo.
¿Qué camino escogerás?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario